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Bernal Díaz del Castillo  (1492-1584)

 

bernal diaz

 

(Medina del Campo, España, 1492-Guatemala, 1584) Conquistador y cronista español. Hijo del regidor de su población natal, a la edad de veintidós años se embarcó hacia América con Pedrarias Dávila, que acababa de ser nombrado gobernador de Tierra Firme. Posteriormente se dirigió a Cuba, donde estuvo al servicio del gobernador de la isla, Diego de Velázquez. Formó parte de la expedición de Francisco de Córdoba a Yucatán (1517). Un año después, acompañó a Juan de Grijalva a Tabasco y, finalmente, participó en la conquista de México a las órdenes de Hernán Cortés. Durante algún tiempo permaneció en la villa del Espíritu Santo, población de la que fue regidor. Durante aquella época participó en algunas campañas militares, que tenían como fin someter a los indígenas, y formó parte de la expedición que organizó Cortés a Honduras. Arruinado, a la edad de cuarenta y siete años regresó a España, donde, en agradecimiento por sus servicios, fue nombrado regidor perpetuo de Guatemala. 
 
Durante los últimos años de su vida escribió la crónica Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, motivado, según él mismo, por las inexactitudes que observó en la Historia General de las Indias y conquista de México, de Francisco López de Gómara, que enaltecía la figura de Cortés y dejaba en el olvido a los coexpedicionarios que hicieron posible la empresa conquistadora.

 

Fuente: http://www.biografica.info/biografia-de-diaz-del-castillo-bernal-690

 

A continuación incluimos algunos extractos de esta gran obra, La Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España en la que Bernal hace referencia al maíz.

 

Vease el libro reciente de Christian Duverger, Crónica de la Eternidad: ¿Quién escribió la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España?.

 

 

 

TORIBIO DE BENAVENTE, «MOTOLINÍA» (1490-1565)

Motolinía

 

 

El franciscano fray Toribio de Benavente, conocido también como «Motolinía» por su vida sencilla y pobre, nació en Benavente (Zamora, España) a finales del siglo XV, y murió en México, después de haber desarrollado una inmensa labor evangelizadora. Fue uno de «los doce apóstoles de México».

 

Su apellido era Paredes; adoptó el de su villa natal en la Orden franciscana y el apodo de Motolinía, «el pobre», con que es más conocido en Nueva España, al oírse llamar así por los indios. Consagro toda su vida a los indios, a los que amó hondamente, los comprendió y defendió en el terreno de las realidades y de modo práctico, dejando fama de uno de los más celosos y piadosos misioneros de los primeros tiempos. Buen conocedor del idioma, costumbres y pasado indígena, le encomendó la Orden, en 1536, que escribiera el relato de las antigüedades mejicanas y la historia de la conversión, lo que efectuó Motolinía en los años siguientes; permaneció inédita la obra, conocida con el título convencional de Historia de los indios de la Nueva España, hasta que la publicó fragmentariamente lord Kingsborough, en 1848, y completa García Icazbalceta en la Colección de documentos para la Historia de México, en 1858. La precede una Epístola proemial al conde de Benavente, sobre la historia azteca. En lenguaje castizo y con mucho escrúpulo crítico refiere Motolinía simultáneamente la historia de la conversión y las costumbres y modo de vivir, ritos y cultura de los indios, por lo que su obra es una de las fuentes más importantes para el conocimiento de la etnografía y del estado de la civilización de Méjico en la época de la conquista, haciendo patente el espíritu curioso y observador del autor. Si defiende la Conquista no deja de censurar duramente los abusos de los colonos, y expresa admiración por la naturaleza mejicana. Escribió también varias cartas, además de las citadas; Guerra de los indios o Historia de la Conquista, perdida, pero muy utilizada por Cervantes de Salazar; los Memoriales, eslabón entre la anterior y su Historia (publ. por L. García Pimentel, en 1903), entre los que se incluye una explicación del calendario azteca; algunos tratados espirituales perdidos y una doctrina cristiana en lengua mejicana, asimismo perdida, pero que se supone ser la impresa por Zumárraga en 1539 (cf. la ed. de la Historia por fray Daniel Sánchez García, Barcelona, 1914, y la trad. inglesa y estudio por Francis Borgia Steck, O.F.M., Washington, 1941).

 

Fuente biográfica: http://www.franciscanos.org/enciclopedia/tbenavente.html
 
 
 
El enlace a la Historia de los Indios de la Nueva España se ha tomado de la Biblioteca Antológica, la cual contiene más obras sobre literatura hispánica y se puede consultar en la siguiente dirección: http://www.biblioteca-antologica.org/

 

 

 

 Fray Diego de Landa (1524-1579)

 

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Diego de Landa (Cifuentes, España; 12 de noviembre de 1524 - Mérida, Nueva España; 1579) fue un religioso católico español, arzobispo de la arquidiócesis de Yucatán entre 1572 y 1579.
 
A los 17 años ingresó en el monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo y fue uno de los primeros frailes franciscanos que viajó a la península de Yucatán, llegando en 1549, en donde trabajó intensamente durante tres décadas en la evangelización de los nativos mayas. Fue consagrado obispo de Yucatán en 1572.
 
Diego de Landa encontró algunas similitudes entre el cristianismo y la religión maya en el aspecto de los ritos sagrados que consistían en sacrificios humanos y ofrendas de sangre lo que se relacionaba, según Landa, con el carácter sacrificial de la figura de Cristo el cual había dado su vida por la humanidad. 
 
En su madurez se dedicó al estudio de la cultura maya, quizás para tratar de recuperar la valiosa información que había destruido en su época de inquisidor. Logró recuperar una gran cantidad de información sobre la historia, el modo de vida y las creencias religiosas de los mayas, y también logró entender el sistema vigesimal de las matemáticas y el calendario de esta civilización.
 
Escribió Relación de las cosas de Yucatán hacia 1566. Su obra es clave para entender el mundo maya de la época de la conquista. En su obra escribe de los mayas y su historia, finalizando con una crónica del descubrimiento de aquellas tierras y la conquista española. Su obra ha sido base para los investigadores e historiadores de la cultura maya.

 

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Diego_de_Landa

 

 

 


Fray Diego Durán 1537-1588 

 

Si bien es poco lo que se conoce actualmente acerca de la vida de fray Diego, con toda certeza sabemos que nació en Sevilla el 15 de junio de 1537 y que siendo muy pequeño -entre los 5 y los 8 años- llegó a la Nueva España, donde junto con su familia se estableció en Tetzcoco. Lo anterior, unido a lo bien que se expresa en sus escritos de dicho lugar -el que compara con la ciudad de Toledo, España-, en algún momento llevó a considerarlo oriundo de allí. Empero, como él mismo señala, en Tetzcoco “[...] no me nacieron los dientes, vínelos a mudar”. Sin embargo, su permanencia en la antigua capital acolhua indudablemente tuvo una profunda y decisiva influencia en su formación y desarrollo. 
 
Su tarea como cronista, etnógrafo e historiador, estuvo íntimamente ligada con su labor evangelizadora, en el transcurso de la cual, ante la realidad que le mostraba la vigencia encubierta de las antiguas costumbres, se dio cuenta de que, de hecho, la empresa convertidora, festinada por los masivos pero poco firmes logros de sus iniciadores, había fracasado. Como solución al problema consideró -según apunta Rosa Camelo- que la única vía “[...] era penetrar profundamente en el conocimiento de los antiguos ritos y costumbres de los dioses indígenas, de sus ceremonias y de sus atributos”. Así una vez vencidas las dificultades para acceder a las fuentes y a los informantes necesarios para lograr su propósito, se dedicó a esa tarea con empeño. El resultado fue el Libro de los ritos y ceremonias terminado en 1579, seguido por el tratado relativo al calendario antiguo concluido en ese mismo año. En ellos, para nuestra fortuna, además de recuperar datos únicos sobre los temas que trata, superando sus propios límites, nos ofrece importante información sobre la organización social indígena, sus grupos y estratos, las normas que la regían, sus hábitos alimenticios, sus diversiones, etcétera.
 
Como complemento indispensable de estas obras, escribió su Historia de las Indias de Nueva España y Islas de Tierra Firme concluida en 1581, cuyo contenido es en realidad más restringido que su título; se trata de la historia de los mexicas (tenochcas) desde su salida de Aztlán hasta la muerte de Cuauhtémoc, de la cual me ocuparé un poco después con mayor detalle.
 
Tomando en cuenta los propósitos que lo llevaron a redactar estas obras, principalmente sus tratados sobre los dioses, fiestas y calendario, es de suponerse que Durán haya esperado su pronta publicación. Desgraciadamente, por razones aún no especificadas, éstas no se imprimieron sino cerca de 300 años después de concluida la primera, gracias al celo y al esfuerzo de don Fernando Ramírez, quien en 1867 vio materializado -a medias- su intento de dar a conocer la obra de Durán, con la aparición de un primer volumen que contenía la mayor parte de la Historia… Los dramáticos y fundamentales sucesos de la época llevaron a la obligada salida de Ramírez del país, por lo que hasta 1880 se completó la edición de laHistoria… y de los tratados, merced al apoyo brindado por Gumersindo Mendoza (en aquel entonces director del Museo Nacional), segundo volumen que, con paginación propia, cierra un apéndice de Alfredo Chavero. La edición, en tamaño reducido, diferente paginación y calidad de papel, fue reimpresa por la Editora Nacional en 1951, la cual, al parecer sin registro, volvió a imprimirse en 1965.
 

 Fuente: http://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1552